Comenzamos el sábado viajando hasta Madrid y pasando la tarde viendo una estupenda obra de teatro y posterior cena, para encarar el domingo con ánimo para la visita. Ya en la Base de Cuatro Vientos, donde se encuentra el Museo, visitamos solo algunas de sus instalaciones, pues es tal su tamaño que no disponíamos del tiempo suficiente para verlo en su totalidad, excusa que nos servirá para volver a disfrutar de este estupendo lugar.